
En 1844, San Martin escribió su testamento, nombrando heredera a su única y amada hija. En ese escrito, también expresó su voluntad: "Desearía que mi corazón fuese sepultado en Buenos Aires"
El prócer murió en una habitación alquilada, en Francia, el 17 de Agosto de 1850.
Su último deseo recién fue cumplido el 28 de mayo de1880, por gestión del Presidente Nicolás Avellaneda, sus restos descansan en la Capilla Nuestra Señora de la Paz, ubicada en la Catedral Metropolitana y son custodiados de forma permanente por dos granaderos.
AL PADRE DE LA PATRIA CON PROFUNDO RESPETO Y ADMIRACIÓN.
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